Homenaje a La Palma

Fotos y texto: Uwe S. Meschede
Una isla de ensueño
en la que se cumplen muchos deseos
La Palma
He de confesarlo: a pesar de que llevo viviendo ya unos cuantos años en La Palma, aún no la percibo del todo, pero me sorprende cada día nuevamente por todo lo extra que ofrece…Lo único que hay que hacer es dar un paso más, mirar más allá de lo evidente, ser más abiertos… e inmediatamente descubriremos “otra” La Palma: una que aún no conocemos y que tampoco esperábamos. Descubrimos que tras la fachada de una antigua casa canaria se esconden coloridas flores, los balcones de madera, los cautivadores patios y las interesantes historias. Únicamente siguiendo el camino descubrimos las catedrales de la naturaleza y las viejas fuentes y manantiales con sus leyendas y secretos. Sólo los que emprenden el camino verán relucir las cúpulas de los telescopios al sol y sentirán a flor de piel la coexistencia armoniosa entre naturaleza y ciencia, en el punto más alto de la isla.
La Palma. Ese exuberante verdor del bosque de laurisilva, que recuerda a la selva y en el que uno casi puede creer en trolls y elfos; los animados mercadilos, en los que los olores, colores y variados aromas seducen los sentidos y abren el apetito para una comida típica palmera; las numerosas piscinas naturales, excavadas por la naturaleza en las rocas costeras; las oscuras playas, que con su calidez relajan los músculos y el alma. La Palma. Es una mirada sobre lo infinito que es el universo, una mirada sobre el vasto Atlántico, una mirada a los profundos barrancos adornados con cactus en flor, en los que alegres rebaños de cabras observan con curiosidad a los senderistas. La Palma. Aquí todavía se siente el latente calor de los volcanes y la energía que emana de ellos y que también sentimos en lo más profundo de nuestro ser. La Palma. Es descansar, revitalizarse, ser feliz.
Todo esto y muchas más cosas que no mencionamos provocan lo que nosotros llamamos el “Efecto La Palma”. Un efecto que ahonda en el corazón y que hace que uno siempre sienta esa llamada de volver a la Isla Bonita. Es indescriptible, muy personal y único. He viajado por muchos lugares de este mundo, los he fotografiado y he escrito sobre ellos. Y aún así, este efecto sólo lo he experimentado aquí.
Por cierto… que el Patronato de Turismo palmero tiene una página Web magnífica, que no sólo hace que apetezca visitar La Palma, sino que también ofrece numerosas razones, consejos y recomendaciones para conocer a fondo nuestra isla: www.visitlapalma.es
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